El problema, más que en falta de tecnología y/o calidad de la industria nacional, incide en los precios. "No es un tema de competitividad por tema de falta de tecnología y demás, como se nos ha alegado. Es un tema de competitividad en precios por factores externos que escapan de las virtudes que pueda tener nuestra industria cervecera; el tema precios, la devaluación de los precios es lo que nos está matando”, lamenta el director ejecutivo de la Cámara Boliviana de Fabricantes de Cerveza (Caboface), Alfredo Candia.
El poder del contrabando
En las fronteras, una lata de cerveza -por ejemplo brasileña- cuesta 4,50 bolivianos; la mitad del precio de la lata de cerveza boliviana. Esas bebidas, según el representante de las cerveceras del país, son más de consumo popular, "para gente de escasos recursos”. En las fronteras hay población de escasos recursos que prefiere comprar dos latas de cerveza en lugar de una.
Y si ése es el panorama en las poblaciones limítrofes, de a poco las ciudades intermedias y las capitales de departamento se están convirtiendo también en un mercado para las cervezas sobre todo brasileñas, argentinas y peruanas. No es extraño ver, por ejemplo, en el Chapare cochabambino, marcas como Brahma, Colonia y otras; por el lado sur, las marcas argentinas han ido expandiendo sus mercados hasta llegar a Potosí y Sucre. Asimismo, en El Alto hay puestos que ofertan cervezas peruanas.
La Caboface sabe de siete marcas brasileñas presentes en los mercados. "Obviamente, no están muy difundidas porque entran de contrabando; no hacen publicidad, pero sí las podemos encontrar en las ferias”, aclara Candia.
En 2014, Cervecería Boliviana Nacional (CBN) encargó a Euromonitor International, el principal proveedor independiente de investigación estratégica de mercado en el mundo, un estudio sobre el comercio ilegal de bebidas alcohólicas en Bolivia, cuyos resultados se dieron a conocer en abril de este año. Una de las principales conclusiones de ese documento señala que el comercio informal desalienta a productores, importadores y distribuidores formales, al verse enfrentados a una competencia desleal.
De hecho, la industria cervecera creció este año entre 5% y 8% menos que en 2014.
"Para CBN los principales factores que han afectado los ingresos de la compañía han sido el contrabando y la importación de bebidas alcohólicas de países como Brasil y Argentina, que por su política cambiaria, la inexistencia de barreras arancelarias que protejan a la industria boliviana, la excesiva carga impositiva del Impuesto al Consumo Específico y la debilidad del control aduanero en nuestras fronteras, cuentan con una ventaja comparativa de precio menor”, explica el gerente institucional, Ibo Blazicevic.
El estudio, realizado entre noviembre de 2014 y febrero de 2015, señala que por efecto del comercio ilegal de bebidas alcohólicas el Estado boliviano deja de percibir más de 101 millones de dólares, pues los productos que ingresan al país por contrabando o que se fabrican de forma ilegal no son gravados con los impuestos de ley (ICE, IVA, IT, IUE, GA e ICE Alícuota).
Súplica cervecera
La Caboface generó acercamientos con la Aduana Nacional de Bolivia (ANB). "Le hemos dado los datos, los resultados de los estudios que ha realizado la CBN, pero más que encontrar una respuesta receptiva hemos encontrado una especie de resistencia hacia nuestras cifras; cuestionaron nuestras cifras, nos han dicho que no son correctas, pero en ningún momento vimos una actitud propositiva”, manifiesta Candia.
El ejecutivo indica que, aunque los datos hubieran sido fallidos, habría sido bueno que la ANB reconociera que existe contrabando. "No hay la predisposición a colaborar con el sector que más contribuye al fisco porque, sacando a las petroleras, el sector cervecero es el que más contribuye en materia de impuestos. Es el sector privado que tiene mayor aporte en el fisco a nivel nacional”, afirma.
Lo único que se hizo hasta ahora, informa Caboface, son operativos aislados en las fronteras en coordinación con la ANB, la Quinta División del Ejército y la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf). Como resultado se incautaron de cinco camiones de contrabando en las poblaciones fronterizas del oriente boliviano, en septiembre, donde -entre todos los artículos- se decomisaron al menos 20.000 latas de cerveza.
El impacto de la devaluación
Los datos de la Caboface indican que el aporte de sus afiliadas al fisco supera los 2.500 millones de bolivianos por año. Si la industria cervecera pierde ingresos debido a su sustitución en el mercado por importaciones legales e ilegales, pierde el Estado, pues la cerveza nacional que no se venda a nivel local no será consumida en otro lado, dice Candia. ¿Por qué? "Porque nuestro producto es mucho más caro en el exterior ya que nuestro tipo de cambio es fijo y está por encima de lo que ellos están con respecto al dólar, entonces ahí nos destrozan”.
Las devaluaciones en Brasil y Argentina, según el gerente institucional de CBN, Ibo Blazicevic, "en un escenario de factual contracción económica, tiene una incidencia mayor en nuestra industria, pues algunos consumidores eligen un producto por su menor precio y no tanto por su calidad”.
Este año Brasil devaluó su moneda en más de 48% y Argentina está en las puertas de una próxima devaluación, por la quita del cepo cambiario, que implicaría al menos una devaluación del 50%, lo que incentiva el ingreso de marcas de cerveza a través del contrabando o la importación legal. Blazicevic apunta a que "esto destruye a la industria nacional que opera legalmente, con su impacto en la destrucción de fuentes genuinas de empleo y, con la disminución de las ventas, una mengua en el pago de impuestos, que nuestra compañía realiza cada año”.
Por ello, los empresarios cerveceros piden que sus productos ingresen en la lista de los favorecidos por salvaguardas para la importación de otros países, como Brasil, Argentina, Perú y Chile. "Con estas barreras paraarancelarias, que son temporales, podremos competir de forma leal, ya que, según el Gobierno, la política cambiaria no sufrirá cambios en el corto plazo”, dice el gerente de CBN.
Pero en este tema, Candia lamenta que sí se podrá hacer un incremento de aranceles con aquellos países con los que Bolivia no tiene una acuerdo de integración comercial; sin embargo, con los que están dentro del Mercosur, como Brasil y Argentina -de donde viene la mayor cantidad de cerveza- no se podrá aplicar. "Se podría poner obviamente una medida de salvaguarda pero ésa es una política que debe trazar el Gobierno de forma bilateral con Brasil y con Argentina, respectivamente”, explica el ejecutivo.
Las cerveceras siguen haciendo inversiones
El director ejecutivo de la Cámara Boliviana de Fabricantes de Cerveza (Caboface), Alfredo Candia, informa que entre 2010 y 2015 las industrias de ese sector invirtieron 1.300 millones de bolivianos.
Por ejemplo Bebidas Bolivianas SA, empresa que radica en Santa Cruz y tiene una planta embotelladora de Mendocina en El Alto, produce la cerveza Real y comercializa la Cordillera, está pensando ampliar sus plantas para empezar a embotellar la cerveza Heineken en el país.
Asimismo, durante la última década, Cervecería Boliviana Nacional (CBN) ha formado parte del crecimiento de la economía, pero en especial ha dinamizado el mercado interno como parte de una cadena que se inicia con nuestros procesos de industrialización de materias primas hasta los puntos de venta finales, en un proceso que involucra a más de 4.700 empleos directos e indirectos y a más de 46.000 puntos de venta.
El gerente institucional de CBN, Ibo Blazicevic, indica que esa empresa "ha confiado en Bolivia durante estos últimos años, por ello ha mantenido su inversión (1.200 millones de bolivianos en el pasado quinquenio) apostando por el país”. Durante los próximos tres años (2016 -2018) CBN incrementará su inversión a 1.400 millones de bolivianos, lo que significa una duplicación de la inversión anual de los pasados cinco años, en proyectos que permitirán fortalecer a la compañía e innovaciones para los consumidores.
"Queremos que este país sea uno de empresarios e industriales, porque ésos son los que generan empleos masivos. Los industriales no cierran el negocio y se van”, resalta Candia.
