lunes, 5 de mayo de 2014

Marina es quien le da el "ok" a la cotizada Huari

Con una sonrisa amena y demostrando amplio conocimiento sobre los procesos químicos para obtener una buena consistencia y un adecuado sabor de la tradicional y cotizada cerveza Huari, es Marina Zenteno, la ingeniera química que con 12 años de trabajo en la planta cervecera posee un experto paladar para dar el "ok" a los miles y miles de litros de cerveza, que desde la altiplanicie llega a diferentes partes de Bolivia.

Paceña de nacimiento, pero huareña de corazón, confiesa haber sido abstemia para el consumo de bebidas alcohólicas, pero por azares del destino, llegó a trabajar en la Cervecería Boliviana Nacional (CBN), donde como parte de su trabajo debe probar a diario la mezcla de malta, arrocillo y agua.

Recuerda en una ocasión ella y otro compañero de trabajo se quedaron al mando de la planta. En ausencia del jefe se encargaron de controlar todo el proceso productivo, excepto probar el preparado.

"Cuando mi jefe volvió nos preguntó ¿cómo les fue?, nosotros dijimos que todo marchaba bien; entonces él nos preguntó… ¿y probaron la cerveza?, los dos nos miramos y reconocimos que no. Desde entonces entendí que era parte de mi trabajo probar el producto que luego entregaríamos a nuestros clientes", comenta.

Ella, tiene a su cargo la supervisión, elaboración y calidad en el proceso productivo y transita sus días en medio de calderos, tanques de almacenamiento y una serie de máquinas que funcionan con precisión absoluta, en la cadena de calor donde la mezcla cervecera es sometida a un proceso de cocción.

Luego el producto es sometido a otro proceso de enfriamiento y llega a la planta embotelladora, donde también a través de un proceso de alta tecnología las botellas son enfiladas, para el lavado, llenado con cerveza, etiquetado, cierre y luego el proceso de pausterización, antes de terminar en las cajas que se distribuyen al mercado nacional.

SOBRE LA HUARI

Zenteno indicó que cada tipo de cerveza que se elabora en la CBN, tiene una receta propia, pero en el caso de la Huari el plus, está en el agua blanda que proviene del cerro Azanaque.

"El oxígeno es enemigo de la cerveza", comenta explicando que si el producto en elaboración es expuesto al aire libre, se contamina y se oxida, lo que afecta a su sabor y consistencia. La planta por hora produce hasta 24.000 botellas de cerveza Huari.



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