viernes, 5 de abril de 2013

La Intendencia destruyó 6.569 botellas de alcohol decomisado


La Intendencia Municipal procedió ayer a la destrucción de 6.569 botellas de cerveza, vodka, ron y alcohol, que fueron decomisadas en marzo.

El intendente Emilio Cortez informó que se procedió a la destrucción de 1.803 unidades de cerveza Cordillera, 300 de Taquiña, 114 unidades de vodka “Destornillador”, 22 botellas de ron Cuba Libre, 4.320 de alcohol de 60 mililitros y 10 de dos litros.

Explicó que parte de la cerveza destruida pertenece a un sólo local que fue clausurado en la avenida Tadeo Haenke. Pero, que a los pocos minutos de haber cerrado volvió abrir, vulnerando las disposiciones municipales.

Cortez dijo que debido a la reincidencia, la licorería fue cerrada definitivamente, como establecen las ordenanzas que regulan el comercio de bebidas alcohólicas.

“Las bebidas se van a destruir, porque no es posible que después de haber sido clausurados (los centros de expendio de bebidas alcohólicas), los locales vuelvan a abrir”, aseveró.

El Intendente informó que entre la bebida decomisada destruyó una importante cantidad de “soldaditos”, una de las bebidas más nocivas para la salud, porque está hecha de alcohol crudo, que se comercializa a bajos precios en los centros de abasto, ubicados en la avenida República, Punata y la calle Francisco Miranda.

La Intendencia anunció que los controles continuarán. Sin embargo, desde hace más de un año se espera que el Concejo Municipal apruebe una nueva normativa acorde a la Ley Antialcohol 259, que promulgó el Gobierno nacional, como una medida para luchar contra la inseguridad.

Los controles se han extendido también a las chicherías, consideradas el centro de encuentro de antisociales, que luego cometen delitos en el mismo barrio, donde funcionan los locales.

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